RACIONALIDAD ETICA Y CIENTIFICA EN LA DETERMINACION DEL DEBER-SER DEL TRABAJO PROFESIONAL

 

La relación entre la racionalidad ética y la racionalidad científica o económica nos lleva a comprender como para realizar un buen trabajo es necesario apoyarse una de la otra, ya que la primera ósea racionalidad ética nos ayuda a tomar buenas decisiones como persona y la racionalidad económica nos debe llevar a realizar este trabajo de la mejor manera en beneficio primero de uno mismo, luego de la familia y la comunidad social. 

A RELACION ENTRE EL EMPRESARIO

Y EL TRABAJADOR DEPENDIENTE

Se trata de una relación profesional que merece particular atención, siendo en este caso la relación del «empresario», es decir, el sujeto profesional, de naturaleza individual o colectiva, que produce trabajo y determina las condiciones de su ejercicio y los trabajadores que dependen de él.

La relación entre el Estado como empresario indirecto y los ciudadanos

El sistema económico es, en esencia, un determinado ensamblaje de instituciones, normas legales, valores sociológicamente dominantes, usos y costumbres estructurantes o condicionantes de lo que la teoría económica denomina «medios escasos», «fines alternativos» y, sobre todo, del «medio de operación» de los agentes económicos.

Las características que deberá tener el sistema para que los agentes económicos puedan alcanzar el bien común de la sociedad del trabajo son:

Ser una red de relaciones profesionales libre: una «economía de mercado»

Ser una red de relaciones profesionales solidaria.

La relación entre el empresario directo y el trabajador dependiente

La responsabilidad de realizar en concreto el bien común de la sociedad del trabajo corresponde a cada uno de los ciudadanos y, entre éstos, de modo particular a los empresarios (en sentido estricto).

Ahora bien, representando el trabajo uno de los medios fundamentales de los que la persona puede disponer para promover el bien de los demás componentes de la sociedad y realizarse personalmente, la actividad consistente en crear esta posibilidad constituye una forma privilegiada de vivir la solidaridad en las relaciones económicas y políticas y por ello mismo, posiblemente el mejor modo de hacer que la propiedad privada cumpla su función social. 

Para que la actividad del empresario sea justa no no solo crear trabajo, debe cumplir las condiciones objetivas que definen el buen trabajo: la calidad y el justo precio, principalmente. En el caso del empresario, y por lo que se refiere concretamente a su función de adquirente y creador de trabajo (y no en cuanto que produce/distribuye también otros bienes).


 

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